AULARIO DE ALCUBLAS
- INFANTIL
AUTORA: Ruth Gimenez (5 años) |
- PRIMER CICLO
HISTORIA GANADORA:AUTORA: Celia Cardo (1º de primaria) |
MEJOR PRESENTACIÓN:
AUTOR: Ángel Aragón (2º de primaria)
-
SEGUNDO CICLO
SEGUNDO PREMIO
SEGUNDO CICLO
LA NIÑA QUE
VOLVIÓ A CREER EN LA NAVIDAD
Érase una vez en una ciudad, una niña llamada Sara. Era
Navidad pero ella no creía en la Navidad. Decía que era una tontería. A Sara
nunca le traían regalos en Navidad, y como no le traían regalos, quería
capturar a Papá Noel.
Fue a casa de su amiga y se lo dijo y se quedó a dormir.
Cogió una jaula gigante, una cuerda, pegamento y galletas. Luego puso el
pegamento por todo el suelo. Luego ató la cuerda a la jaula y la subió arriba
del todo y se escondió detrás del sofá. Esperó, esperó y esperó, hasta que picó
y le atrapó. Sara le preguntó:
-
Papá Noel, ¿por qué no me traes a mí regalo de Navidad? Yo te escribo la
carta, pero no me traes nada, ¿por qué? Dímelo, ¿por qué?
Papá Noel respondió:
-
Porque te portas mal y porque envías
mal la dirección. Tú la envías al Polo Sur, y todo el mundo sabe que Papá Noel
vive en el Polo Norte.
Luego Sara lo liberó y le dio galletas. Y Papá Noel le
dio muchos regalos y la invitó a subir a su trineo y repartieron todos los
regalos del mundo. Sara volvió a ser buena hija y volvió a creer en la Navidad.
- Papá, ¿los Reyes Magos existen?
Su padre se quedó mudo, no sabía que responderle a su hija.
El padre le dijo:
-
-Sofía, los Reyes Magos sí que existen.
Y Sofía le respondió:
-
- ¿Y por qué cuando tú y la mamá estabais en la
cocina os preguntasteis si tendríais que ahorrar más para comprarme los
juguetes de Navidad?
El padre no sabía cómo reaccionar y le contó:
-
- Sofía, nosotros no compramos los juguetes,
nosotros solo ayudamos a los Reyes Magos a comprarlos porque como hay tantos
niños en el mundo, los Reyes no pueden hacer tanto
Sofia le contestó:
-
- ¿Pero los Reyes…
no son Magos? Dicen en el cole que la magia puede hacer de todo.
Su padre le dijo:
-
- Ya, ya sé que la magia puede hacer de todo pero
los Reyes ya son mayores y no pueden hacer tantas cosas y su magia aún les
funciona, pero ya es muy flojita.
Sofia le contestó muy alegre:
-
- Ahora ya lo entiendo todo, ¿por qué no ponemos a
los Reyes Magos y a sus camellos en el Belén? Y una cosa, tampoco nos olvidemos
de sus pajes.
Padre e hija se levantaron rápidamente a poner los Reyes,
los camellos y los pajes. Luego se dieron un abrazo muy fuerte. Después se
dijeron:
-
- ¿Por qué no nos tomamos una taza de chocolate
caliente?
Así lo hicieron y se fueron a dormir.
MEJOR PRESENTACIÓN:
TERCER PREMIO
Había una vez en un orfanato dos niños y dos niñas que
eran hermanos. Los cuatro tenían 5 años y no los quería adoptar nadie.
Los niños siempre le pedían cosas a Papá Noel, pero nunca
les traia nada. Uno de los niños, Nico, pidió un lápiz y una libreta, el otro
niño, Hugo, pidió una aguja e hilo. Neus, una de las niñas, pidió un pequeño
oso de peluche, y la otra, Lara, pidió un estuche con alguna pintura, y todo
eso, dos semanas antes de la Navidad.
Los niños, como todos los años esperaban a que alguien
les adoptara porque ese año el orfanato cerraría para siempre y los niños
vivirían en la calle sin techo y sin comida, pero eso sucedería justo el día de
Noche Buena.
Toda la gente que iba allí no quería cuatro niños, si no
uno o dos, pero como los niños eran inseparables seguían allí.
Un dia nubloso de invirno (una semana antes de Navidad)
una chica alta y guapa pasó por el orfanato y dijo que quería adoptar a los
cuatro niños. Todos se quedaron sorprendidos, pero antes de irse con los niños
le dijo a la cuidadora que si le habían pedido algo a Papá Noel y la cuidadora
le metió una carta en el bolso.
El día de Navidad los niños fueron corriendo a abrir los
regalos que había traido Papá Noel. A Nico le trajeron un estudio para dibujar,
a Hugo dos bufandas y un gorro, a Neus un gran oso de peluche y a Lara un
estuche con pinturas y una libreta para pintar.
Los niños felices por tener una familia, le dieron a
Leire (su madre) y a David (su padre) un grandísimo abrazo, un gracias y un te quiero
por haberlos adoptado.
¡FELICES NAVIDADES A TODOS!
SEGUNDO PREMIO
Había una vez una familia a la que le gustaba mucho la
Navidad. Esa familia tenia un hermano mayor y una hermana pequeña, pero la
hermana pequeña resulta que era muy astuta, ¡ah! y también había un padre y una
madre.
Al dia siguiente la madre le dijo a sus hijos:
-
Os tenéis que portar muy bien porque si no Papá Noel no os traerá ningún
regalo.
Y los hijos respondieron:
-
Vale mamá, te prometemos que nos portaremos bien.
Pero la hija que era muy traviesa y no sabía distinguir aún
el bien del mal, pensó:
-
Bueno, yo cuando sea de noche me esconderé en el baúl de la salita y
esperaré a Papá Noel.
De repente la niña como también era muy cotilla, oyó como
bruscamente el padre le decía al hermano mayor que vigilase a su hermana toda la
noche, entonces, imprevistamente, la hermana tuvo que cambiar los planes,
decidió que como su hermano era muy dormilón, esperaría a que se durmiese.
Aquella noche de Navidad todo salió según sus planes.
Pero la niña casualmente se metió en el trineo de Papá
Noel y se fue al Polo Norte.
Una vez allí, la niña impresionada y maravillada saltó
del trineo, pero no se dio cuenta de que un pequeño elfo de Papá Noel se había
dado cuenta de que les había seguido y se lo dijo a Papa Noel, y entonces él le
dijo:
-
¿Tú que haces aquí pequeña?
-
Perdóneme señor Noel, pero es que quería ver como era el Polo Norte.
-
Pero tu sabes que esto que has hecho está muy mal, ¿verdad?
-
Sí, pero no se enfade por favor.
-
Vale, vamos a hacer un trato, yo no me enfado y tu no cuentas que has
estado aquí, porque si no, a la próxima Navidad no te traeré nada.
-
Trato hecho señor Noel.
Papá Noel llevó a la niña a su casa y nadie supo jamás
que la pequeña había visto en persona la magia de la Navidad.
Pero por desgracia a la niña le cayó una buena riña
porque sus padres estaban preocupados, había desaparecido en plena noche y sin
hacer ningún ruido.
Estas fueron las mejores Navidades para la pequeña.
¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
PRIMER PREMIO
UNAS
NAVIDADES 3
En un lugar muy lejano vivía una familia. Eran tres
niños y sus padres. Los niños se llamaban Juan, Lucas y Manuel y
los padres se llamaban José y Teresa. La familia iba a pasar las
navidades con sus abuelos. Los niños no conocían a sus abuelos y
siempre estaban pensando como podrían ser.
Tres días antes de Navidad, la familia se fue de su
casa hacia casa de sus abuelos, Pasaron tres horas ene l coche y
luego decidieron parar para comer. Pararon en una via de servicio.
Aparcaron y vieron un cartel en el que ponía “cerrado” y
entonces decidieron comprar comida en la tienda. Compraron y comieron
en el coche y siguieron con el viaje.
Ya era por la tarde y decidieron buscar un motel.
Encontraron uno enseguida. Era muy grande y de color amarillo. Lucas
pensó; ¡Qué feo!, pero no dijo nada. Cuando entraron al motel el
recepcionista dijo:
- Buenas noches.
- Buenas noches, queremos una habitación.
- Tomen las llaves. Su habitación es la 333 -dijo el
recepcionista.
- Adiós -dijo la familia.
- Adiós -dijo el recepcionista.
A la mañana
siguiente la familia se fue del motel y siguió el viaje.
Imprevistamente el coche se
paró en mitad de la carretera, en el km 33, y los niños se
asustaron. Empujaron el coche 3 horas hasta llegar a una gasolinera.
Uno de los tres
mecánicos dijo que estaría
arreglado en tres días.
Entonces decidieron alquilar un coche.
La segunda noche durmieron en el coche.
Al fin, el tercer día llegaron a casa de sus abuelos.
Todos se conocieron y estaban muy felices. La abuela había preparado
una fantástica cena navideña; tres cochinillos al pil-pil y tres
grandes bandejas de dulces variados. Luego todos cantaron tres
villancicos y más tarde, a las tres de la madrugada se acostaron.
A las 3:33 h, tres
ladrones entraron en la casa, llevando tres grandes borracheras. Uno
se puso hablar con el reloj de cuco y le dijo que le diera todo el
dinero que llevaba encima. Otro se puso a buscar joyas en la nevera y
se llenó los bolsillos de gambas, y el tercero tropezó con el
juguete de goma del perro, saliendo disparado y acabando con su
cabeza dentro del televisor. Armaron tanto jaleo que toda la familia
bajó corriendo, y en lugar de sentir miedo, todos se rieron, aunque
llamaron a la policía.
Como nadie quería
volverse acostar, la abuela preparó chocolate caliente y el abuelo
echó más leña a la chimenea. Unos montaron el Belén, con sus tres
reyes y con sus tres pajes, y otros, adornaron el árbol. Pero
todos pararon de golpe cuando la buela salió con
la bandeja llena de tazones humeantes y la tía Enriqueta llevaba
otra bandeja con galletas caseras en forma de estrella. Se lo
comieron y se acostaron.
Finalmente, se hizo de día, y empezaron a oírse ruidos
por la casa, olía a café recién hecho y todos se reunieron en el
árbol. ¿Sabéis cuantos regalos tenía cada uno?.
MEJOR PRESENTACIÓN
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