ROCKIE, LA ROCA Y BMO, EL MÓVIL:
Esther y Hugo
Un día, en un bosque de las afueras
había un hombre recogiendo setas. Cuando ya era la hora de irse, se le cayó el
móvil al lado de una roca.
La roca se fijo en el móvil, y le dijo:
-¿Estás bien?
El móvil confuso dijo:
-¿Quién me habla?
-Soy yo, Rockie la roca.
-¿Una roca que habla?
-¡Oye no te metas conmigo! –dijo
enfadada.
-¡No quería ofenderte! Yo soy Bmo el
móvil.
-¿Y cómo has llegado hasta aquí?
-Yo iba con mi dueño Manolo, cuando me
caí del bolsillo.
-¡Que desgracia! Seguro que ahora mismo
te estará buscando.
-No sé yo, ¡en estos momentos hay
móviles mucho mejores que yo!
-¿Pero qué marca de móvil eres tú?
-Soy un Sony Ericsson, yo, comparado con
el Sony Xperia Z ¡No soy nada!
-Tú tranquilo, aunque se compre un móvil
mejor que tu, nunca será igual. Encima tú tienes cosas que igual otros móviles
no tienen.
-¿Cómo qué?
-Pues las fotos que se hizo, los videos,
los contactos…Todas esas cosas y más nunca las tendrá igual.
-En eso tienes razón, aunque haya
móviles mejores que yo, nunca serán iguales que yo.
-Pues claro.
-Gracias a ti, ahora estoy más
tranquilo, porque aunque mi dueño no me encuentre, por lo menos sé que soy
único.
Así es como acaba la historia de Rockie y Bmo,
diciéndonos que cada
persona, animal o cosa, somos únicos.
FIN
NORIS HB Y ROMPETIZAS:
Javier y Mireia
Hace muchos años en el colegio de Alcublas, había un profesor muy
despistado.
El último día de colegio antes de las vacaciones, se dejó el lápiz
encima de la pizarra y las tizas se las metió en el estuche.
Un día la pizarra se despertó de su profundo sueño, ¡Alguien le
estaba haciendo cosquillas! Y la pizarra dijo muy enfadada:
- ¿Quién se atreve a despertarme en mis vacaciones? ¡Quiero
descansar!
-Y el lápiz le contestó tímidamente:
-Soy yo y mi nombre es Noris HB, Alfonso me ha olvidado en el
colegio.
Y la pizarra le contesta con gran sabiduría:
-No, si ya lo sé, ese Alfonso es muy despistado.
Y Noris contestó:
-Es muy despistado, pero juega muy bien a ajedrez, ping-pong,
dominó…
-Y la pizarra añadió:
-Bueno, ahora que me acuerdo, mi
nombre es Rompetizas.
Y Noris contestó:
-Rompetizas, bonito nombre.
Dos horas más tarde, el profesor llegó y Noris se escondió para
que no se lo llevara, pues con Rompetizas se lo estaba pasando muy bien. El
profesor al ver que no estaba cerró los pestillos y se fue. Noris y Rompetizas,
se quedaron más tranquilos.
Noris al ver que Rompetizas se dormía le iba haciendo cosquillas.
Rompetizas se durmió y al poco rato se durmió también Noris. Estuvieron
durmiendo desde el veintidós de junio hasta el siete de septiembre y dijeron
los dos en coro y gritando:
-¡Sólo nos quedan dos días de vacaciones, que vamos a hacer!
En eso que se pusieron a leer un libro y vieron entrar niños, el
profesor iba el último y cuando entró se llevó a Noris y le dijo a Rompetizas
que con lo despiste que era Alfonso, se volverían a ver alguna vez.
FIN
PLUTO Y EL ORDENADOR PARLANCHÍN:
Aarón y Daiana
Pluto
era un perro de raza Doberman con siete años de edad ,era muy
juguetón y también sabía hablar .
Un
día su dueño llamado Pablo , lo vió hablando .Pablo se quedó
boquiabierto y decidieron que no se lo contarían a nadie.
Al
día siguiente Pluto iba a jugar con el ordenador con un vaso de
leche en la pata ,Pluto se tropezó y el vaso de leche se cayó en el
ordenador .La pantalla se encedió y salió una voz que decía :
-Hola
, ¿hay alguien ahí ?
-Sí,estoy
yo-dijo Pluto
-¿Cómo
te llamas?-dijo el ordenador
-Me
llamo Pluto ,¿y tu?
-Yo
me llamo “El Ordenador Parlanchín”
-¿Quieres
que seamos amigos para siempre?-preguntó Pluto.
-Vale
-dijo el ordenador.
-A
mí me gustan los helados de chocolate -dijo Pluto.
-A
mí no me gustan los helados ,pero me gustan los sandwiches.
Pasaron
las horas hablando sobre que les gustaba hacer.
Por
la noche el ordenador dijo que se tenía que ir porque tenía que
trabajar como ordenador .Subió a la mesa ,se puso en su sitio y se
apagó , pero Pluto no se puso triste porque sabía que tendría
muchos amigos más , muy pronto.
FIN
EL GUSANO Y LA PALMERA:
Begoña y Nerea
Érase
una vez un gusano llamado Perico. Perico era verde y gordo y le gustaba
viajar.Tenia las patas cortas pero era muy rápido.
Un
día se fue al desierto y se encontró una paera dentro de un
oasis,entonces Perico se sorprendió por ver una palmera en el
desierto.
Pero
como era muy cotilla,Perico con su velocidad del rayo fue tan rápido
hacia la palmera que no pudo frenar y se estampó contra ella.
-¡Ay
qué cosquillas!-dijo la palmera.
-¡Oye!
Que soy yo,Perico el aventurero.
-Me
importa un coco de los mios como te llames-dijo la palmera.
-¿Y
tu como te llamas?-dijo Perico.
-Me
llamo:Juanola-dijo la palmera.
Y
empezaron a hablar de sus vidas,se hicieron amigos,y Perico dijo:
-Yo
vivo en una manzana y mi novia en una pera,mis papas viven en un
plátano y mi hermana pequeña en una banana.
-Yo
vivo aquí en el desierto-dijo Juanola.
Perico
vio que Juanola tenia tres agujeros en cada coco y se quedó a vivir
allí con Juanola.
FIN
RASQUI Y SU SUEÑO:
Jesús y Nicolás
Érase una vez un caracol llamado
Rasqui. Vivía en el campo con su hermano
Rafa y sus padres llamados Miguel y Lorena.
Rasqui tenía un sueño, escalar
la Sagrada Familia de Barcelona. Rafa le dijo:
-¡Estas loco! ¿Te quieres matar
o qué?
-No, es que me hace ilusión ser
el primer caracol en escalarla- dijo Rasqui.
-¡Vete a tu cuarto ahora mismo
sin cenar!- dijo Miguel.
Por la noche, cuando todos
dormían, se fue silenciosamente a Barcelona.
Tardó días en llegar a Barcelona,
tuvo que atravesar la autovía.
Cuando llegó a Barcelona, le
preguntó a un caracol que había por allí:
-Perdone, ¿sabe dónde está la
Sagrada Familia?
-Si, está a dos manzanas de
aquí-. Respondió él caracol.
-Muchas gracias-. Dijo Rasqui.
-No hay de qué-. Dijo el caracol.
Rasqui
se fue a la Sagrada Familia y empezó la escalada.
Cuando empezó a escalarla se dió
cuenta de que no estaba terminada para que él
pudiera escalarla y preguntó:
-¿Cuándo acabarán de
construirla?
-¡No lo sabemos, caracolín!-.
Dijo el albañil.
Se fue a otro edificio a intentar
escalarlo.
Llegó a un edificio antiguo, muy
bien conservado, que tenía una mini casita de caracol, decidió
alojarse allí y vio que el edificio estaba vivo.
Rasqui preguntó:
-¿Puedo alojarme aquí, por
favor?
-Vale-. Dijo el edificio.
Entonces, Rasqui y el edificio
fueron muy buenos amigos.
FIN
1 comentario:
Unas historias muy curiosas y divertidas. ¡¡¡¡¡Buen trabajo!!!!!
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